Por Cristóbal Espinoza / La Izquierda Diario
Un informe realizado por el Movimiento Por La Diversidad Sexual (MUMS), la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Católica del Norte, demuestra las complejidades que deben pasar las personas LGBTQ+ en la pandemia con familias que no los aceptan.
En particular los jóvenes son los que más sufren ya que no tienen forma de sustentarse por si mismo y están obligados a estar con familias que no los aceptan, el 41,1% señala que están demasiado agobiados para expresar su condición sexual e identidad de género en el encierro.
El estudio también señala que el 51% de la diversidad sexual no se siente cómodo en la situación de pandemia con su núcleo familiar, incluso el 14,8% declara que se ha sentido demasiado incómodo, 19,5% muy incómodo y 16,7% bastante.
El porcentaje que vive con sus padres y madres es un 53,9% y existe un 18,7 que retornó al hogar ya que las condiciones que a propiciado el gobierno para que los empresarios puedan despedir o suspender a los trabajadores también afecta a las personas LGBTIQ+ teniendo que dejar sus viviendas.
En abril el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual realizó una encuesta a 523 personas de la diversidad sexual de todas las regiones del país, arrojando unas cifras alarmante para la comunidad LGBTIQ+. El 38% reporta un alza de los episodios homofóbicos o transfóbicos en sus hogares o barrios, desde violencia psicológica (58,2%), verbal (40,6%) y física (1,2%).
Esta encuesta clarifica que incluso en el 2020 cuesta salir del closet a pesar que las nuevas generaciones que han evolucionado discriminan mucho menos. El rol de la iglesia y de la derecha juega un papel fundamental para sembrar un odio hacia las personas gays, lesbianas y trans. Partiendo de la base que los sectores más reaccionarios de Chile Vamos, se han opuesto a cada conquista de los oprimidos tanto de la comunidad LGBTIQ+ como de las mujeres.