Por Daniela Ruiz E. / Radio Uchile / Viernes 18 de junio 2010
Controversia ha generado dentro de la Alianza, la presentación que hizo el senador Andrés Allamand de un proyecto que regula las uniones civiles de parejas hetero y homosexuales. Las cúpulas de RN y la UDI rechazan frontalmente la idea que, no obstante, fue parte de las promesas de campaña de Sebastián Piñera. La iniciativa tampoco genera consenso dentro de las minorías sexuales, quienes exigen derechos civiles plenos y no leyes que solo velen por el patrimonio.
Finalmente este viernes el senador RN Andrés Allamand presentó en el Congreso el proyecto de Acuerdo de Vida en Común (AVC), que reglamenta las uniones civiles de hecho, tanto de heterosexuales como homosexuales.
Sin embargo, la iniciativa ha levantado polvareda dentro de la Alianza, olvidando que un proyecto similar formó parte de las promesas de campaña de Sebastián Piñera antes de llegar a La Moneda.
El mismo líder de RN, Carlos Larraín, al ser reelegido presidente de la colectividad, envió un mensaje al senador Allamand, diciendo que había que privilegiar los temas que fortalecieran a la coalición y no los que la “disociaran”.
En dicha oportunidad, Larraín aseguró que las parejas que conviven lo hacen “porque así quieren estar”. “No veo a los que son pareja de esa definición yendo a la notaría a suscribir el acuerdo de vida en común, yo los veo más bien yéndose a una isla con palmeras, al cine o al Cajón del Maipo”, declaró.
Por su parte, desde la UDI, Juan Antonio Coloma consideró el proyecto “innecesario”, afirmando que las problemáticas de las parejas convivientes se pueden solucionar a través de las instituciones del Código Civil. De hecho, Andrés Chadwick, quien patrocinaba y elaboró la propuesta junto a Allamand, habría desistido de colaborar con ella luego de una petición expresa del presidente de la UDI, quien además le ofreció ser parte de la directiva con la que repostula para dirigir el partido.
Incluso, algunos miembros del conglomerado como Patricio Melero, Víctor Pérez y Hernán Larraín han afirmado que un proyecto así debilitaría la institución del matrimonio y se prestaría para crear un “matrimonio gay encubierto”.
Sin embargo, varios parlamentarios, especialmente desde RN, se han manifestado de acuerdo con la idea de legislar sobre el tema. Entre ellos, el diputado Joaquín Godoy, afirmó que no comparte la visión de los líderes de su sector, pues además de no condecirse con la realidad de la sociedad chilena, olvida las promesas de campaña del Presidente Piñera.
“Todo el mundo tiene libertad de opinar como quiera, pero no comparto los dichos de Carlos Larraín ni de Juan Antonio Coloma. No se ajustan a la realidad que estamos viviendo hoy (…) Tanto Coloma como Larraín tienen que hacer un poquito de memoria y darse cuenta que estos son temas que van dentro del programa de gobierno de Sebastián Piñera. Aquí no hay nada nuevo”, indicó Godoy.
Más mesurado, pero en la misma línea, el senador RN Alberto Espina señaló que votará a favor de la iniciativa de Allamand, e indicó que las diferencias de opinión dentro de la Alianza son parte de lo que significa ser una coalición exitosa.“Ellos creen legítimamente que estos temas provocan debate y a mí me parece bien, lo que consideran que no es correcto, yo lo considero muy correcto. Tolerar las distintas posiciones es básico para poder tener una coalición de gobierno exitosa”, sostuvo.
También divide a las minorías
Según el último Censo del 2002 en Chile, un 8,9 de la población se declaró “conviviente”, cifra que va en aumento y que hoy podría alcanzar los dos millones de chilenos. Muchos de ellos, en su mayoría los más jóvenes, optan por la unión de hecho de mutuo acuerdo, sin embargo, para las parejas homosexuales no queda otra opción, ya que según nuestra legislación el matrimonio está consagrado como “una unión entre un hombre y una mujer”.
Sucede que para ambos casos, la convivencia genera impactos negativos dentro de las parejas, que en el ámbito material tiene que ver con la situación relativa a los bienes, las inversiones, previsión social y los derechos sucesorios, es decir, las herencias.
Contrario de lo que se podría pensar, aunque valoran el debate, no todos los sectores dentro de las comunidades de diversidad sexual están de acuerdo con los proyectos de unión civil. Tal es el caso del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS), donde su presidenta, Angélica Valderrama afirmó que se trata de leyes especiales para quienes se quiere mantener en un estatus diferente.
“Esto no es un avance. Queremos un cambio en el código civil, donde ya no se diga que el matrimonio es una unión entre un hombre y una mujer, sino entre personas, porque el matrimonio es un derecho civil que se otorga a todos los ciudadanos, al no tener ese derecho estaríamos siendo ciudadanos de segunda categoría”, declaró Valderrama.
Para Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), organización que elaboró un proyecto muy similar al de Allamand junto a diputados concertacionistas (Pacto de Unión Civil); piensa, en cambio, que dicha iniciativa se trata de un gran avance y no se debe confundir la regularización de la convivencia con el matrimonio.
“Si intentan homologar la ley de unión civil con la ley de matrimonio, la comparación es absurda porque cada una tiene su propia especificidad. Vamos a seguir bregando por una ley de matrimonio, porque esa es la igualdad plena, pero no hay que confundir la ley de matrimonio actual y homologarla con la ley de unión civil, es mezclar peras con manzanas”, aclaró.
En tanto, desde el gobierno, la ministra vocera Ena Von Baer anunció que también se está trabajando en un documento de unión civil, que junto al proyecto de Allamand y al que presentaron en mayo los diputados DC, Gabriel Silber y Gabriel Ascencio, sumaría tres iniciativas de esta índole en lo que va del año.