La primavera mostró los colores del arcoiris lésbico, gay, transgénero y travesti en la gran marcha del orgullo 2003. Ni la lluvia ni los malos augurios de algunos medios de comunicación escritos y por internet detuvieron la participación activa y colorida de miles de personas lésbicas y homosexuales que marcharon por la Alameda desde la Plaza Italia…
Ni la lluvia ni los malos augurios de algunos medios de comunicación escritos y por internet detuvieron la participación activa y colorida de miles de personas lésbicas y homosexuales que marcharon por la Alameda desde la Plaza Italia. Entre el publico asistente acompañaron esta marcha distintas personalidades sociales, políticas y culturales de nuestro país, como es costumbre el escritor Pedro Lemebel marcho junto al MUMS delante del colorido camión que enarbolaba las banderas multicolores y los carteles en contra de la discriminación.
Los dirigentes y colaboradores del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales marchamos junto a la extensa bandera multicolor, representativa en todo el mundo de las organizaciones gays y lésbicas copando gran parte de la Alameda, contando con la participación activa de los integrantes de las áreas de trabajo del MUMS Estudios, Prevención, Comunicaciones y Derechos Humanos convocando además a quienes durante estos 12 años de lucha homosexual han acompañado estas festividades dejando en claro el compromiso político y social con las minorías sexuales.
Las demandas que más aunaron la convocatoria de este año fue la derogación del artículo 373 del Código Penal que sanciona la falta a la moral y las buenas costumbres, y por el cual son detenid@s constantemente los gays, lesbianas y trangeneros en Chile, junto a eso se pidió expresamente el apoyo del gobierno de Ricardo Lagos para que patrocine la Ley Antidiscriminatoria que impulsan las organizaciones sociales discriminadas y de la cual ha participado activamente el MUMS.
El recorrido tuvo 3 detenciones simbólicas primero en la intersección de Irene Morales con la Alameda lugar donde murió brutalmente la activista lesbiana Mónica Briones en el año 1984 y que dio el impulso para que las mujeres lesbianas se organizaran en el mítico colectivo «Ayuquelen». Este homenaje fue preparado por los grupos lésbicos y el «Comité por la No Discriminación». Luego, la extensa columna que desbordaba la Alameda se detuvo frente a la entrada principal del Cerro Santa Lucia para denunciar los últimos incidentes con los guardias de ese lugar que golpearon a un chico y expulsaron a dos lesbianas. La última detención fue frente al Palacio de Gobierno donde se exigió el compromiso del Ejecutivo con la Ley Antidiscriminatoria.
La manifestación culminó en el Parque Almagro con un acto de cierre con la participación de destacadas transformistas de distintos locales gays de la capital y de regiones para posteriormente escuchar y bailar la programación musical de un Dj.