Por Fernando Muñoz / Presidente de muMs / Agosto 2008
La Conferencia Mundial de VIH/SIDA celebrada por primera vez en una ciudad latino americana fue el escenario no sólo de discusiones medicas y comportamentales vinculadas al VIH/SIDA en el mundo, más allá de eso se abrieron distintos espacios de discusión sobre políticas publicas, financiamiento de la salud publica, movilización comunitaria, control social para mejorar la democracia, patentes comerciales y educación sexual entre otras.
Si bien es cierto los cerca de 25.000 delegados estaban abocados la búsqueda de estrategias frente al VIH y sus inmensos costos sociales, las discusiones en los distintos foros y espacios dejaron en claro quien es quien en las distintas instancia y cuales son los verdaderos rostros que impiden los avances en materia de prevención y atención integral a la población en esta materia.
Quien es quien
Ya es conocida la actitud de defensa de su negocio multimillonario por parte de laboratorios farmacéuticos, también es conocida la política de Estados Unidos y sus agencias de cooperación en apoyar la fallida aplicación de la abstinencia sexual como medida de prevención (por suerte Busch ya se va) y ni hablar de de la pobreza que es en definitiva el gran obstáculo para la prevención y la calidad de vida de las personas.
A todo esto se sumó un obstáculo inesperado, por lo menos para la región, uno de los países supuestamente progresista y de avanzada dejaba en claro sus verdaderas lineamientos en materia de VIH/SIDA y sexualidad. Con sorpresa los pocos chilenos asistentes a la Conferencia éramos abordados por delegados de agencias y otros países del continente que indicaban el negativo papel de Chile en el acuerdo sobre educación sexual. Las versiones entregadas por los distintos asistentes a la reunión previa para tratar esta materia daban cuenta de la férrea oposición de Chile al acuerdo patrocinado especialmente por México y Brasil.
Todo parte de la decisión de México de integrar el tema de educación escolar a la prevención del VIH, esto surge por la tendencia a la baja de la edad en las personas que han adquirido el VIH, por ello cobra especial relevancia el trabajo en la educación formal, lo cual masifica y democratiza el acceso a los programas de prevención. La XVII Conferencia Mundial era el espacio propicio para que los países de América Latina llegaran a un acuerdo conjunto en esa dirección, de ahí nace esta reunión en la participarían los Ministerio de Salud y Educación del continente.
Chile rechazó la propuesta de acuerdo, era demasiado fuerte y comprometedora según el representante del Ministerio de Educación, había que bajar el tono, no hablar de condones, ni fomentar la sexualidad de los jóvenes, tampoco había que tomar acuerdos claro, eso era mucho para un gobierno que se dice estar preocupado por el tema. Ni hablar de temas relacionados con la discriminación por orientación sexual y otros relacionados.
Como se aprecia nuestro gobierno nuevamente da señales de ser más conservador que gobiernos de derecha como es el caso de México o Colombia, de estar más amarrados a la Iglesia conservadora y grupos de poder, es decir tenemos un gobierno que se avergüenza de si mismo, que nos avergüenza a todos por sus posturas ambiguas y timoratas y que en definitiva no permite resolver los problemas de la gente.
Finalmente le decimos al gobierno que aunque el acuerdo sea limitado exigiremos su total cumplimiento, para que no suceda lo mismo que ha ocurrido con otros acuerdos como los de UNGASS (sesión especial de Naciones Unidas para el VIH), que Chile fue incapaz de cumplir, en especial en lo relativo a coberturas de población homosexual. En definitiva todo da vergüenza.