Infórmate sobre la situación que vive la destacada documentalista, por acusaciones vertidas y que no han sido comprobadas!
Elena Varela fue detenida, acusada, entre otras cosas, de ser la autora intelectual de un asalto a una oficina del INP en Machalí, el año 2005. Tras la audiencia de formalización quedó en prisión preventiva por seis meses, tiempo que la Jueza Andrea Urbina determinó para que la Fiscalía realice su investigación.
En este contexto se sabe que ella fue beneficiada con fondos estatales entregados por la CORFO y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para realizar el documental «Newen Mapuche» sobre las demandas y el conflicto de las comunidades mapuches en la región de la Araucanía los que son los únicos hechos concretos que, hasta el momento, se han dado a conocer públicamente sobre este caso.
Autoridades ejecutivas y legislativas chilenas , la vinculan a grupos terroristas, lo que aparte de confundir a la opinión pública y degradar la labor cultural que Elena ha desarrollado, evidencia la irresponsabilidad e impunidad judicial con que actúan ciertos honorables del país.
En este caso no existe proceso justo, no se ha respetado la presunción de inocencia, lo que queda manifestado claramente en las afirmaciones vertidas por francisco Vidal quien cuestionó la asignación de los fondos estatales obtenidos para la realización de «Newen Mapuche» por no haberse indagado en los antecedentes de la documentalista!
Políticos de la derecha, incluso, han solicitado la renuncia de la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, por las responsabilidades que tendría en la asignación de estos fondos.
Diversos grupos se han movilizado por un trato justo de la detenida, lo que implica un proceso justo y transparente así como se asegure también un trato apropiado al material trabajo -en proceso- de lo que se está realizando.
El material de cámara, los archivos y documentos pertenecientes a la producción del documental Newen Mapuche fueron incautados por la Policía de Investigaciones, lo que no es justificable desde ningún punto de vista. Este hecho es una clara y grave violación del derecho de autor. Atropella también gravemente el deber ético del documentalista, y por ende de la institucionalidad del estado, de proteger contra usos indebidos los testimonios registrados durante el proceso documental.
Es esencial que todos los chilenos exijamos respeto al trabajo periodístico y documental en general y particularmente a aquel que intenta amplificar la voz de las comunidades mapuches hasta ahora silenciada por los medios y el estado.
En el caso de Elena Varela no existe nada claro, pero sí podemos presumir que nuevamente el poder institucional cruza fuegos en contra de las acciones que aporten a esclarecer los hechos que dan cuenta de la violencia de estado que existe en territorio mapuche.