El 27 de septiembre fue aprobada la nueva ley de circos, sin embrago la sonrisa de muchos es inquietud e impotencia en lxs artistas trans, que dada la nueva regulación han sentido una vez más la discriminación del régimen heterosexual.
Fabiola Taylor es una empresaria del rubro circense. Hace años que trabaja junto a distintas transformistas en un circo que sus esfuerzos y energías han autogestionado. Hoy por hoy esa historia llena de sacrificios alegres se ve intervenida por la monopolización que se ha hecho de la cultura del circo.
El día 27 de septiembre fue publicada en el diario oficial la Ley 20.216, que establece normas para el circo chileno en donde el artículo 1 y 2 indican lo siguiente:
Artículo 1: El objeto de la presente ley es definir políticas de fomento y resguardo de la actividad circense nacional en cuanto es manifestación de la cultura chilena.
Artículo 2: Para los efectos de la presente ley, se entiende por circo aquellos establecimientos preferentemente habilitados con carpas, que debidamente autorizados, están destinados a la celebración de espectáculos circenses y cuya programación se orienta especialmente a niños. Se entenderá por espectáculo circense la ejecución o representación en público de ejercicios físicos de acrobacia o habilidad, de actuación de payasos, malabaristas, prestidigitadores e ilusionistas, músicos, animales amaestrados y otras similares.
En tal virtud, esta actividad podrá acceder, a través de los mecanismos legales pertinentes a los recursos que contempla la legislación vigente en materia de fomento de expresiones artísticas y culturales.
No tienen el carácter de circos los espectáculos de contenido frívolo o de revista, orientados al público adulto, aún cuando ellos sean presentados en carpas.
Los argumentos
Para las artistas transformistas, esto tiene que ver con un deseo de monopolizar esta actividad, pues el público en general a ellas las considera parte de la familia circense y tan atesoradas están en las poblaciones que son muchas las cartas de agradecimientos que han recibido por sus constantes actividades de servicio público y solidario.
Los argumentos más esgrimidos tienen que ver con el estigma y discriminación que pesa sobre las sujetas trans, en tanto, lxs otros artistas del circo indican que realizan comercio sexual y que además son consumidoras de drogas y alcohol. Discurso bastante manipulado sobre todo al hablar de sujetas que son discriminadas de manera constante por romper con la maqueta sexo/género que les ha sido atribuida por la heterosexualidad.
Se indica de esta forma que ellas no son parte de la cultura circense, por lo que queda claro que la cultura es sólo construida desde una sola mirada. Quienes no son parte de la cultura dominante, esa que mantiene animales en mal estado y que usufructúa con la libertad de estxs en pos de la entretención, siguen siendo sujetxs invisibles, sin derechos, pues vale decir que la ley fue construida sin su participación , pese a los años que han estado desarrollando esta actividad.
Las acciones que se vienen
Las transformistas se están organizando. El apoyo de Alejandra Felipe González , la primera concejal trans, ha sido fundamental. Se reúnen el miércoles 24 de octubre con la Fundación de Derechos Ciudadanos para analizar la situación y ver los caminos a seguir, en donde no descartan acciones radicales, tan radicales como la discriminación de la que son objeto.
Ellas se preguntan: ¿Qué hacemos si no podemos trabajar en los circos, que es el trabajo que nos gusta, que hacemos por amor?…¿Nos darán trabajo en una oficina?…Claro que no!, pues somos trans y este país nos sigue discriminando!..
Muchas de ellas indican que han mandado currículum a empresas de aseo, cuando las vacas flacas acechan la actividad circense en el invierno, pero a la fecha nadie las ha convocado para hacer esos trabajos.
Varias indican que esta Ley es el fortalecimiento de los reductos sociales en donde han sido confinadas las sujetas trans, pues el comercio sexual es casi la única posibilidad que les queda. ¡Y no es que estén en desacuerdo con el comercio sexual!, es que no aceptan que ejercer ese trabajo no sea una opción, si no una necesidad que se desprende de la falta de oportunidades, de la falta de igualdad.
En este camino e incorporando la lucha de diversas organizaciones que las apoyan, entre ellas Mums, es que se prepara la denuncia nacional, porque solo una afirmación cruza con fuerzas sus cabezas: ¡NO + discriminación!