El hecho recibido con dolor por toda la comunidad no heterosexual de este país, se transforma en un nuevo delito del cual el gobierno de Chile es cómplice, por la escasa importancia que le ha otorgado a las exigencias políticas de trans, lesbianas y gays.
Mums ha intentado mantener una reunión con la presidenta Bachelet durante todos los años de su gobierno, sin embargo, esto no ha sido efectuado. Le hemos enviado los antecedentes de los casos de discriminación en nuestro país, hemos exigido su pronunciamiento respecto de la violencia ejercida por fuerzas policiales en actividades de nuestra organización ,mas a la fecha, sólo hemos obtenido silencio.
Este escenario, por cierto, que facilita la acción de grupos homofóbicos, como el grupo neonazi que asesinó a Alejandra el día de hoy y no colabora en nada con la transformación cultural que Chile requiere.
Bien es sabido, que desde hace años se ha desarrollado la tramitación legal de la ley que establece medidas en contra de la discriminación , la cual aún no es aprobada por el Senado. Además de esto, dicha ley es sólo una manifestación de buenas intenciones , en tanto, no construye instancias concretas, que permitan velar por su cumplimiento y le otorga un valor poco significativo a la vida de las personas a través del recurso de no discriminación que promueve y que en muchos casos beneficiará a quienes discriminan.
Lo indicado, el silencio gubernamental y la elaboración de leyes que no consideran nuestra exigencias, es causa suficiente para decir que el gobierno es cómplice de la muerte de Alejandra y de las otras más de 50 muertes de personas trans ocurridas desde al año 2002 a la fecha, pues simplemente su acción se transforma en gestos de amabilidad, que intentan que la comunidad de trans, lesbianas, gays no pierda la calma, frente a la violencia habitual de la que son objeto.
Durante este año han seguido expulsando a lesbianas de sus colegios, de hecho, esta semana jóvenes lesbianas lo han denunciado. Han despedido de sus trabajos a las personas por su orientación sexual, es conocido el caso de la profesora de religión despedida por ser lesbiana. Han oprimido de mil formas nuestra identidad, hace poco denunciamos el caso de jóvenes gays, estafados por una inmobiliaria, que abusó de la impunidad que se establece de la mano de la discriminación por orientación sexual y hoy una nueva compañera trans ha sido asesinada…
¿Qué más espera el gobierno para terminar con todo esto y su complicidad con la muerte y la exclusión?
La complicidad del gobierno se centra en la metodología del silencio, lo que unido a leyes no representativas, permitirá que se siga escribiendo nuestra historia con la sangre de todxs nuestros muertxs.
Mums se hará parte de las acciones legales que sean necesarias para que se haga justicia.
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