Asistente Social y Magíster de Género y Cultura, Julia Rojas ha sido activista feminista desde mediados de los años 90 y por 4 años asesoró en metodología a Vivo Positivo, además de coordinadora de agrupaciones de personas que viven con VIH/SIDA. Hoy coordina el Centro de Consejería y Atención Psicológica del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS) y se presenta como candidata a diputada de la diversidad sexual por Viña del Mar y Con Cón.
¿Qué rescatas de tu trayectoria en organizaciones sociales que te hacen diferente a los otros candidatos de tu distrito?
– Los movimientos en los que he participado vienen planteando demandas que hoy entendemos como deudas de la democracia; con las mujeres, con la diversidad sexual y con los sectores menos representados en el poder. Profundizar la democracia implica reconocer las libertades ciudadanas, el derecho a decidir, la autodeterminación de las personas, lo que termina construyendo una sociedad más respetuosa. Esto no ha sido cumplido por los actuales gobiernos.
¿Qué ideas lleva tu candidatura?
– Es necesario transitar hacia una democracia más participativa, que incluya la representación en el Congreso de la mayor diversidad posible; profundizar una cultura de los derechos humanos, la libertad de las personas, la decisiones populares y, sobre todo, reconocer los cambios culturales y que ello se exprese en leyes, en procedimientos administrativos, en políticas públicas y en acciones concretas de parte del Estado. La democracia tiene una deuda enorme con los movimientos sociales y con las diversidades.
¿Qué propuesta llevarás al Parlamento de resultar electo?
– Mi preocupación es la reposición urgente del aborto terapéutico, la propuesta de una ley que permita legalizar el aborto hasta las 12 semanas con la realización de consejerías en los servicios públicos, de manera gratuita, y privados, cuyo costo debe disminuir. Hoy un aborto en una clínica privada cuesta cerca de 1.500.000. También aumentar las penas para agresores de mujeres, de niños, incluyendo las agresiones sexuales; generar acciones que signifiquen la promoción de un cambio cultural; incorporar la educación sexual y la educación para la no violencia a los programas educativos. Además hay que incorporar a la diversidad sexual como sujetos de derecho en políticas públicas de salud, educación, previsión social, trabajo, como legislando para que se apruebe una ley antidiscriminación amplia y que permita promover una cultura de respeto.
¿Apoyarías un llamado a hacer una Asamblea Constituyente para redactar una nueva constitución?
– Sí. Necesitamos mayor participación ciudadana en las decisiones que nos afectan y el país necesita urgente una Constitución realmente democrática desde su formulación. No podemos decirnos un país democrático si la carta magna que nos rige proviene de una dictadura, aunque haya sido maquillada. Necesitamos una Constitución que señale explícitamente la igualdad de las personas ante la ley, asegure su dignidad y reconozca las diversas culturas que habitan nuestro país, que establezca el reconocimiento de las diferencias.
MÁS INFO: www.juliarojas.cl
El Ciudadano