Paradójicamente Chile se moviliza por otra represión aberrante cometida por el TC en donde la influencia religiosa también es preponderante
La maestra de religión quedó inhabilitada desde el 13 de agosto pasado para hacer clases de religión en el colegio Cardenal Antonio Samoré de San Bernardo, luego que la vicaría de San Miguel le caducara su certificado de idoneidad para ejercer su profesión, por haberse declarado lesbiana.
Esta situación, deja en evidencia el poder de la Iglesia, la que provee en definitiva de un certificado que legitima socialmente a quienes son hijxs o no de Dios. En su fallo, se demuestra que por cierto el mundo LTGBI no pertenece al mundo de los cielos…
Esta situación es bastante contradictoria, en tanto, el fallo cuestiona los principios de igualdad y hermandad aparentemente promovidas por la Iglesia, lo que exige un debate en torno a la construcción de estados laicos que limiten el poderío eclesiástico en las decisiones jurídicas del país. “De hecho el fallo del TC es un fallo político que se enmarca en estos mismos principios, que son defender los derechos de algunxs por sobre el bien general, lo que es completamente anticonstitucional, desde una mirada jurídica”- indica Freya Schneider de Mums.
Se entiende que la Iglesia es una institución que se rige por sus propias construcciones ideológicas , fundamentalistas , por lo demás, pero en un mundo que avanza en procesos democráticos , estas situaciones no pueden seguir ocurriendo.
El obispado de San Bernardo ha sostenido que el actuar y procedimiento de la Vicaría se amparó en normas expresas de la Iglesia Católica que decide quiénes están capacitados para impartir clases de religión, lo que se vuelve a reiterar, excluye aberrantemente a lesbianas , gays, bisexuales , trans y a todxs lxs que no se someten al régimen religiosamente heterosexualizado.
En este contexto el abogado de la profesora, Alfredo Morgado, enfatiza que la decisión vulnera derechos constitucionales, protegidos por Pactos internacionales de DDHH a los que Chile ha suscrito, por lo que se elevará un recurso a la Corte Internacional de DDHH.
“La situación es inaceptable, más allá de las creencias religiosas, lo que acá está en juego es el fortalecimiento del estigma y discriminación del mundo LTGBI”- sostiene Pilar , activista lesbiana de Mums. La profesora ha desarrollado un trabajo intachable y es apoyada por toda la comunidad educativa, lo que habla de cómo la iglesia se mete en el bolsillo la voz del pueblo- concluye.