Por Víctor Hugo Robles MUmS / Abril 2007
Buenos Aires no es solo la capital latinoamericana del mercado y el consumo capitalista homosexual, sino que durante una semana se transformó en una multifacética plataforma política y comunitaria para más de 3000 activistas de la región, convocados a participar en el IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/SIDA.
Homosexuales, travestis y transexuales, representaron el urgente sentir de un amplio sector de la sociedad que protestó por la exclusión social, el estigma comunicacional y el maltrato policial que viven, sufren y enfrentan cientos de homosexuales y travestis de Latinoamérica y el Caribe. De todos, el maltrato policial, la inequidad en el acceso a la salud por causa del VIH/SIDA e ITS y la falta de reconocimiento a la identidad de género de travestis y transexuales, aparecieron como las demandas más reiteradas y sentidas por GLTB de la región.
En medio de un amplio salón del Centro de Convenciones Costa Salguero en Buenos Aires se realizaron reuniones, presentaciones artísticas y debates sobre el VIH/SIDA y las estrategias políticas y comunitarias que permiten enfrentar de modo más eficiente las consecuencias de la pandemia, destacó la silenciosa, pero no menos llamativa muestra de moda de la diseñadora brasileña Adriana Bertini, que con miles de preservativos, cortados de 35 maneras diferentes y teñidos de distintos colores, confeccionó diez vestidos inspirados en estilistas como Chanel, Dior, Versace, Arman o Valentino. “El objetivo no es vestir estos diseños en el día a día, pero sí usar el objeto de arte como mediador y que la gente rompa los tabúes que hay alrededor del sexo”, señaló Bertini.
Paradojalmente, la moda y las modas estuvieron presentes en todo el encuentro, pero de manera diversa, confusa y contradictoria. El día inaugural del foro oficial auspiciado por el Ministerio de Salud de Argentina y destacando la presencia de autoridades gubernamentales y agencias de cooperación, se presentó un extenso y confuso desfile de modas que nada y poca relación tenía con el VIH/SIDA, la pobreza y la inequidad social, contradiciendo paradigmáticamente el inédito y trasgresor desfile anti modas que introdujeron días después organizaciones de trabajadoras sexuales de Brasil, quienes confeccionan poleras alusivas a su trabajo sexual remunerado, defendiendo su dignidad como mujeres trabajadoras y señalando que el trabajo sexual es un derecho sexual.
Tal vez uno de los momentos más políticos, pero a la vez más controlado por los organizadores locales, ocurrió cuando un numeroso grupo de activistas del VIH/SIDA, entre ellos varios chilenos, protestó frente a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, reclamando acceso universal, libertad de patentes a los tratamientos antirretrovirales y denunciando las políticas comerciales y discriminatorias con emigrantes VIH positivos que ha implementado el gobierno norteamericano.
Fortalecidos por las distintas actividades políticas, sociales y comunitarias realizadas en el marco del Foro Latinoamericano y del Caribe, los activistas arribaron al protegido edificio diplomático, estimulados por gritos acusadores y reivindicando peticiones justas, urgentes y sentidas. “El gobierno norteamericano ampara las políticas de las grandes empresas que elevan los precios de los medicamentos para el VIH/SIDA. Queremos denunciar las políticas discriminatorias y restrictivas de EEUU respecto al ingreso de las personas viviendo con VIH a territorio norteamericano, incluida la dificultad de visitar la sede oficial de las Naciones Unidas en Nueva York. Naciones Unidas es territorio de todo el mundo, no es un territorio del terrorista de Bush, sino de todo nosotros”, señaló Lorenzo Vargas, uno de los más apasionados activistas argentinos presentes en la inédita manifestación callejera. “Queremos hacer un llamado para una especial atención sobre los efectos secundarios que provocan los medicamentos en los cuerpos de las mujeres. Exigimos políticas públicas con perspectiva de género y que las voces de las mujeres sean escuchadas”, reclamó por su parte Georgina Gutiérrez, secretaria general del movimiento latinoamericano y del caribe de mujeres VIH positivas.
Las peticiones más reiteradas en la manifestación escasamente cubierta por la prensa oficial, demandaban el acceso universal a los medicamentos contra el VIH/SIDA, mayores presupuestos a la investigación pediátrica, derecho a la información, acceso a preservativos, sumado a la exigencia por el respeto a los derechos humanos de transgéneros, homosexuales y trabajadoras sexuales a quienes se les exige el test del VIH/SIDA para ejercer el comercio sexual.
Finalizada la manifestación, Alberto Nieves, activista venezolano y director de la revista “Gente Positiva”, llamó a la opinión pública a manifestarse frente a las puertas de las embajadas de EEUU de todo Latinoamérica y el Caribe. “No es posible que las políticas genocidas norteamericanas nos nieguen el derecho a la vida y la salud”, señaló el desafiante activista venezolano.
Más allá de los discursos políticamente correctos y el lugar común que se tejen y entreteje en todas las conferencias relativas al VIH/SIDA del mundo, un importante sector de travestis con posiciones más autónomas y críticas a las estrategias políticas y de salud LGTB del gobierno argentino, fueron excluidas de participar del importante evento por no conseguir cancelar los 250 dólares que exigía la inscripción. Lohana Berkins, dirigenta de la Asociación de Identidad Travesti y Transexual de Argentina (ALITT) y premio Felipa de Soussa a la lucha contra la discriminación en Latinoamérica, protestó por la exclusión del Foro 2007, señalando que “no se trata de becarme a mí, porque soy Lohana Berkins, sino de permitir la participación activa y equitativa de todas mis compañeras que laburan para vivir y no para sufragar costosos ingresos a foros oficialistas”.