Más de 10.000 personas, según datos entregados por Carabineros, repletaron las calles de Santiago exigiendo el respeto a los derechos humanos de gays, lesbianas y trans. y ciudadanía plena. La Marcha del Orgullo 2006, la octava versión desde que se inició en el año 1999, ha sido la más concurrida. Incluyó parodias, protesta y también alegría. Organizada de manera conjunta por decenas de organizaciones, fue reflejo de la diversidad y un gran estímulo para seguir trabajando incansablemente por los derechos de la comunidad LGTB.
Un maravilloso y emocionante inicio tuvo la 8º versión de la Marcha LGTB en el Parque Bustamante –a metros de Plaza Italia- con la intervención de miembros de la Orquesta Filarmónica de Santiago, quienes solidarizaron con el evento y llamaron la atención sobre los masivos despidos de músicos realizados en el Teatro Municipal de Santiago.
En la inauguración de la marcha intervinieron destacadxs activistas manifestando el repudio a la discriminación que sufren personas trans, lesbianas y gays. Representando a cada uno de estos sectores hablaron Claudia Rodríguez, activista transgénero del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, Emma de Ramón, pareja de la jueza Karen Atala y Presidenta de la agrupación Las Otras Familias, y Felipe Rivas, Presidente de la creativa y siempre visible Coordinadora Universitaria por la Diversidad Sexual.
En palabras de Fernando Muñoz, activista del Mums, lo más importante de la jornada fue que la marcha reflejó el espíritu unitario con la cual fue organizada y mostró que para la inmensa mayoría de la comunidad LGBT sus exigencias son muchos más amplias que el promocionado Pacto de Unión Civil.
Para Freya Schneider, también activista del Mums, la marcha 2006 consolidó también la presencia de lesbianas, las que progresivamente manifiestan sus exigencias desde una perspectiva crítica. «No sólo se trata de pasarla bien. Esto quedó demostrado en la inmensa cantidad de carteles, consignas y gritos preparados para la ocasión”.
El trayecto por Alameda entre Plaza Italia y Plaza Los Héroes
La Marcha se inició en Plaza Italia y desde allí transitó hasta Plaza Los Héroes repletando hasta seis cuadras en su recorrido. Hubo algunas paradas simbólicas como la que se desarrolló en la sede de la Universidad Católica de Chile, efectuada por la Coordinadora Universitaria por la Diversidad Sexual, quienes repudiaron a través de gritos y una performance muy llamativa (que incluyó cruces católicas y símbolos nazis), el discurso y la postura discriminadora de la iglesia católica hacia la comunidad homosexual.
Muy llamativas fueron también un grupo de lesbianas en motos, que participaron en la marcha con su “parodia simbólica a la prestancia masculina relacionada al mundo motoquero».
Un aporte de inedito fue la inclusión en la marcha de un Bus Cyber que facilitó el Instituto Nacional de la Juventud al Mums, el que permitió que se registraran en sus 10 computadores los datos de centenares de gays, lesbianas y trans, los que serán posteriormente incorporados a un proceso de investigación que indagará en los nuevos caminos de la discriminación en Chile.
Por otro lado, la participación del Bloque Lésbico, se hizo sentir al final de la marcha. Ellas con su boca maniatada y censurada manifestaron con claridad que no tenían nada que celebrar, puesto que la discriminación en Chile es real y afecta fuerte y directamente a la población lésbica de nuestro país. Un aporte crítico de «La Otra Marcha».
Las diversas agrupaciones lésbicas fueron también protagonistas de una álgida discusión con Rolando Jiménez, impulsor del Pacto de Unión Civil, a quien increparon con sus cánticos, manifestando su disconformidad ante el proyecto que no incorpora temas como la tuición y maternidad lésbica, ignorando casos emblemáticos de la comunidad como el de Karen Atala: “Lesbiana, entiende… el Movilh te vende” fueron los gritos que desataron una fuerte discusión que no pasó a mayores.
De todos modos estuvo también el Movilh de Rolando Jiménez presente, con una minoritaria convocatoria, promocionando su Pacto de Unión Civil, que no cuenta con el respaldo de la gran mayoría de las organizaciones de Lesbianas, Tansgéneros y Gays.
Esta organización anunció poco después de la marcha que evitará futuras participaciones en actos públicos que no sean organizados por ellos.
El acto de cierre en Plaza Los Héroes
El acto final en Plaza Los Héroes estuvo a cargo de Movimiento Unificado de Minorías Sexuales y Sidacción lxs que organizaron un acto artístico cultural en donde tuvo una destacada participación Paula, una lesbiana que encantó al público con su maravillosa voz. También participaron diversos transformistas con sus llamativos espectáculos.
Los discursos de cierre se centraron en seguir fortaleciendo el trabajo articulado entre las diversas organizaciones para lograr en Chile la verdadera igualdad y conseguir que la Ley Antidiscriminatoria, que actualmente se encuentra en tramitación en el Senado, asuma las mejoras que se exigen. Lo que fundamentalmente se estima primordial es que la normativa incorpore la creación de una institucionalidad que aborde proactivamente la lucha contra la discriminación.
El final del evento estuvo marcado por una fuerte presencia de la comunidad Trans, las que leyeron al público la carta entregada esta semana a la Presidenta Michelle Bachelet en la cual destacan la necesidad de una reformulación de normativas relativas a la identidad de género que involucran a instituciones como el Registro Civil y la inclusión del cambio de sexo en el Plan Auge, entre otras demandas. En este contexto subió también al escenario la destacada activista española Carla Antonelli, quien se encuentra en Chile en el marco del Segundo Congreso Trans realizado en el país, evento en el cual debutó la Alianza Nacional Trans.
Cerca de 50 activistas lesbianas gays y trans del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales se reunieron al final de la jornada en su sede en donde evaluaron la jornada y celebraron el impacto de la misma hasta altas horas de la noche.