Entrevista a Anatolia Hernández sobre el Informe 2006
El Informe Derechos Humanos y Discriminación 2006 del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, es un trabajo colaborativo desarrollado en conjunto con las diversas organizaciones que constituyen hoy el Comité por la No Discriminación, el principal referente de organizaciones gays, lesbianas, bisexuales y trangénerxs en Chile. Ha sido un gran ejercicio del activismo que ha implicado meses de trabajo estratégicamente diseñados. Mums.cl conversó en extenso con la coordinadora del Informe, Anatolia Hernández, Presidenta del Movimiento.
¿Qué implicancias políticas tiene el Informe de Derechos Humanos y Discriminación 2006?
Estimo que hasta algunas personas engolosinadas con la tecnocracia del marketing verán que hay un sincero esfuerzo por reconceptualizar tanto el enfoque de las políticas públicas antidiscriminatorias como las estrategias del conjunto de activismos que se plantean hoy públicamente en Chile. Hemos ido mucho más allá de una simple enumeración de casos y de rankings superfluos que no hacen más que banalizar la complejidad de la discriminación en Chile. Si bien es cierto estos rankings de igual forma otorgan información que permiten proyectar análisis en el marco de la no discriminación, Mums apuesta a una estrategia integral que permita comprender las causas y los impactos de la misma, por cierto, con propuestas frente a esta realidad. En el informe 2006 se ve también de manera real un trabajo conjunto de la gran mayoría de las organizaciones lésbicas, gays, bisexuales y transexuales lo cual es un dato diferenciador respecto de otros recuentos, más concentrados en ser afines políticamente a los programas consensuados o políticamente factibles en el marco de coaliciones aún ceñidas a la heterosexualidad como norma articuladora de la sociedad.
¿Qué opinión te merecen los halagos recibidos por Amnistía Internacional que participó de la presentación del informe?
Creo que el informe deja claras algunas particularidades históricas del movimiento homosexual chileno que aún no eran comunicadas en su real dimensión. Ese factor fue quizás un impedimento para que antes hubiéramos trabajado en conjunto, cuestión que hoy ya es diferente y promete y afianza una presente y futura colaboración recíproca. Estimo que todos los activismos son siempre, en grados variables, un aporte. Creo que compartimos esa mirada con Amnistía Internacional. Creo el trabajo conjunto reflejado en el Informe es un valor agregado al mismo y es valorado no sólo Amnistía Internacional, si no por todas las organizaciones y fundaciones y parlamentarios que han felicitado el trabajo. Hoy existe una fuerza conjunta de la comunidad que implicará un recambio sustantivo en los parámetros en los cuales se ha movido el activismo lésbico, gay, bisexual, trans e intersexual por años, pues vale relevar que representamos una fuerza de recambio que no olvida un objetivo principal y que tiene que ver con la transformación cultural de este país.
¿Cuáles son las críticas políticas de fondo que subyacen en el informe que coordinaste?
Hay personas que aún no se han percatado de un tránsito político muy evidente. Hoy, luego de muchos años, lo que ha mermado en términos de influencia política es la lógica de poder, históricamente ligada a la figura, al ethos, de la masculinidad dominante. Por algo tenemos una Presidenta, por más transicional que sea. Por algo es hoy el caso de Karen Atala el que marca la pauta de los medios. Por algo hoy es una lesbiana la que encabeza el Mums, por algo el trabajo de empoderamiento que hace años activistas lesbianas desarrollan y que algunxs se obstinan en invisibilizar. Son justamente las demandas provenientes de estos espacios silenciados los que hoy transmiten mayores contenidos transformadores. ¿Quién cuestiona hoy un proyecto limitado como el Pacto de Unión Civil? Son precisamente las madres lesbianas y las lesbianas que no son madres a su vez, en definitiva, las personas que han sufrido en carme propia no sólo una discriminación lesbofóbica, sino también una discriminación de género que experimentan todas las mujeres en Chile en múltiples dimensiones.
Eso podría ser quizás ser un juicio que atente contra lesbianas activistas que están hoy en otras organizaciones.
Las activistas lesbianas organizadas y que vienen desarrollando trabajos de empoderamiento político desde hace muchos años, como ya mencioné, y que se articulan a través del Bloque Lésbico en la actualidad, precisamente no son quienes estarán en contraposición a esta postura, lo estarán, sin duda, aquellos y aquellas que han negado este trabajo, lo que da cuenta nuevamente de su corta y estrecha mirada. La verdad no creo que existan activistas lésbicas que conociendo profundamente la historia de discriminación de la que hemos sido objeto se sientan no identificadas con lo indicado y en este sentido lo que relevo y valoro es la herencia biográfica que hoy ponemos en movimiento todos y todas las y los activistas. Esa mirada amplia nos distingue hoy como Mums, distingue también al Comité por la No Discriminación y a todas las agrupaciones que lo conforman. Creo que las miradas estrechas a las que aludo deben ampliarse, pues sino recorrerán caminos obtusos. Hoy apostamos a ampliar y a fortalecer la incidencia política desde una mirada reflexiva. Se trata de un diálogo que destrone el imperio del efectismo, de la lógica de dominación y el concepto de la verdad absoluta. Por algo hoy somos capaces de forjar alianzas con un gran espectro de organizaciones, muy diversas entre sí, y somos capaces de hacer un aporte importante a la agenda del activismo. Nadie puede ya desconocer eso. Quienes quieran seguir articulándose desde lógicas pasadas serán consumidos por el propio peso de los hechos, pues algo que me gusta mucho decir…Todo cae por su propio peso…
En la presentación del Informe 2006 Emma de Ramón destacó la importancia de los nuevos temas puestos en el tapete por el caso de Karen Atala y su estrecha vinculación ética con otros disímiles casos ¿Qué lectura haces hoy de la participación de Las Otras Familias tanto en la presentación del informe Mums como en la dinámica de la demandas sistematizadas de la comunidad LGTB?
Algunos podrían preguntarse por qué Karen y Emma no ven en proyectos como el Pacto de Unión Civil un gran aporte. Pero la realidad habla por si sola. Su caso y el de muchas madres y padres gay son absolutamente ignorados por los preceptos políticos que forjan proyectos de ese tipo. ¿Por qué Emma presenta el Informe 2006 y no trabaja con una figura más mediática e instalada desde el oficialismo político? La respuesta es sencilla, la demanda de ciudadanía plena va mucho más allá. Esa demanda cívica es un principio ético ineludible y aunque implique muchos años de sacrificio es irrenunciable. Debemos lograr que un sistema legal y cultural, que nos ha situado en los márgenes, reformule su doctrina fundamental, que no es más ni menos que considerar a la heterosexualidad como norma única y parámetro de diferencia. La heterosexualidad es una invención cultural histórica así como lo son todas nuestras identidades. Políticamente lo que se exige es el respeto a la diversidad, no como concepto superfluo, sino como denominador común de una cultura decentemente democrática. Toda ley o articulado legal que implique segregación heterosexual debe ser reformulada en función de contar con un mínimo común denominador de igualdad.
El activismo español ha sido un referente mediático importante en muchos países no sólo latinoamericanos. De hecho ellos no plantearon una demanda matrimonial sino un activismo por la igualdad. ¿Compartes ese precepto?
El matrimonio es una institución que hereda una práctica dual, binaria y profundamente occidental y patriarcal, por lo que destacaría que el trabajo que se debe desarrollar no debe situarse sólo desde miradas limitadas que en definitiva no modifiquen el orden legal excluyente y heterosexista. La realidad del matrimonio en España no ha modificado la realidad de exclusión de las lesbianas en ese país y eso hay que tenerlo muy en claro, pues allá quienes se han casado son gays y no lesbianas, por temor a que se visiblice su identidad lésbica, es decir queda claro que el matrimonio de esta forma tampoco es una solución para el cambio integral que planteo.
Es sano de todos modos para la sociedad en su conjunto no contar con normas excluyentes como un matrimonio civil sólo para heterosexuales y no violentar con articulados legales como el 373 que en nombre de la buena moral termina cercenando la manifestación natural del afecto, el cariño y el amor. Ciudadanía plena como lema, implica no perder de vista que lo que se busca es valorar la disidencia, la multiplicidad, el valor básico y fundamental que implica concebir una sociedad en movimiento y rica en matices, por eso en Chile nuestra apuesta es la ley antidiscriminatoria y seguir avanzando en un proceso reflexivo y práctico en torno a generar todas las modificaciones jurídicas que se requieren y que incluso no estén claramente consignadas en esta ley, pero desde el precepto de la igualdad jurídica y no de la creación de estatus legales diferenciados que sigan fortaleciendo estructuras que históricamente han legitimado la discriminación.
El informe 2006 será muy probablemente reconocido en su apronte teórico y conceptual y al mismo tiempo como un aporte sólido en cuanto a reconstrucción histórica de lo que han sido los activismos ¿Cuáles crees que serán las inflexiones de mayor peso?
Siempre todo informe será una parcialidad. Sería pretencioso adjudicarse una visión divina de la realidad. Lo que sí sé es que en este informe al menos, no ha habido una sola voz. Se han consultado múltiples fuentes y se han recibido aportes de la más variada índole y eso es un gran paso. Como el centro del informe es dar cuenta de los puntos de apoyo a partir de los cuales desarrollamos nuestras actuancias políticas, el contar con una pluralidad de enfoques, detalles y datos concretos de nuestra variada historia, estimo que el principal aporte es haber construido un documento a ser debatido con altura de miras, es decir con una actitud que favorezca su mejoramiento y genere y fortalezca los activismos. El haber abierto un espacio de reflexión es un logro y el saberlo utilizar, aplicando estas reflexiones para mermar y socavar el estado de realidad de la discriminación en Chile, será nuestro triunfo.
¿Cómo se desarrollará la socialización del informe? ¿Hay algún plan de difusión?
En la lógica de una sociedad inmersa en las dimensiones de la información, será un documento abierto a ser plagiado y reproducido. Cero Copyright. Su distribución será fundamentalmente en formato digital pues hasta el momento no contamos con recursos para hacer una impresión masiva. Tampoco es nuestro objetivo convertirlo en libro ni en biblia. Queremos que simplemente sea una herramienta más para el trabajo concreto contra la aberrante discriminación. En términos de especificidad política abordaremos espacios imprescindibles para generar un debate nacional. Incorporar institucionalmente a las universidades del Consejo de Rectores es una tarea imprescindible para sortear ópticas parciales y funcionales al sistema. También se hará una difusión internacional en colaboración con varias organizaciones aliadas puesto que creemos que las libertades conquistadas en Chile son todavía más mediáticas que concretas en términos de prácticas discriminatorias. Es de nuestro interés relevar con el mayor énfasis posible que nuestro país sigue siendo aún un bastión conservador, un espacio cimentado en la discriminación. No es extraño a la causa que nos convoca que seamos artífices de una sociedad plagada de desigualdades abismantes en múltiples ámbitos.
Hay demandas específicas como la que señalabas recién respecto a la eliminación de 373, artículo del código penal que sanciona a quienes transgredan lo que los guardianes del orden público consideren como moral pública o buenas costumbres. El informe aborda dicho punto pero se centra fundamentalmente en la ley antidiscriminatoria como si en esta legalidad debieran resolverse casi la totalidad de las demandas ciudadanas de la diversidad sexual.
La ley antidiscriminatoria como Ley Marco tendrá injerencia en una serie de articulados nefastos y anacrónicos si es que logramos que se recojan las exigencias que hemos formulado tanto en la gestación del proyecto como en su seguimiento, con el conjunto de organizaciones lésbicas, gays, trans y bisexuales. Sin obviar este punto estamos desarrollando acciones específicas en torno no sólo al 373 sino a diferentes demandas puntuales de la comunidad.
En cuanto al 373 tenemos ya en nuestras manos un informe acabado de su operatoria bajo en nuevo Sistema Procesal Penal que se ha terminado de instaurar en todo Chile en junio del 2005. Este informe es muy esclarecedor pues nos indica que el 373 es ya una ley muerta. El Ministerio Público no ha procesado absolutamente a nadie en virtud de tal articulado. Ridículo suena esto pues sabemos que siguen expulsando a personas de lugares públicos en función del 373, que siguen carabineros y guardias municipales hostigando y deteniendo o trans que trabajan en el comercio sexual o violentando a parejas gays o lesbianas que se dan un beso en un parque o en el Cerro Santa Lucía. Carabineros y los cuerpos de seguridad municipal, instancias de orden que rayan en lo ilegal, usan hoy el 373 como instrumento de amedrentamiento, como el instrumento que no tienen para regular la prostitución que en ninguna instancia legal está normada, como un subterfugio legal para hacer efectivos criterios particulares de lo que funcionarios con poca formación estiman que viola la tranquilidad de sus prejuicios y los del público. El 373 es hoy un instrumento al servicio de la ilegalidad, pues ninguna detención es informada a las Fiscalías, siendo los derechos fundamentales del y las detenidas violados groseramente. De esto daremos cuenta al señor Piedrabuena en la Fiscalía Nacional en los próximos días, pues es dicha instancia la que debe tomar seriamente cartas en el asunto, según el nuevo ordenamiento jurídico. Las declaraciones de buenas intenciones de las fuerzas de orden público se agotaron en la existencia última de una justicia militar aún no reformada y en el establecimiento de una nueva institucionalidad, aún no explorada por las demandas del activismo.
¿Qué plantea el Informe respecto a Pacto de Unión Civil?
Es un tema que tiene un tratamiento secundario, pues es a nuestro juicio un proyecto secundario. Muy legítimo es que personas un sector se reúnan al son de una campaña financiada por el gobierno. Yo simplemente instalaría la pregunta sobre qué tipo de activismo se está construyendo cuando es esa la realidad. Es a mi juicio un activismo perfilado desde el deseo de integración al sistema. Creo que nuestra apuesta es más bien situarnos desde la disidencia como un eje transformador cultural y legal en términos amplios. La ciudadanía plena como demanda cobra sentido político en la medida que no nos conformamos con un simple amague de igualdad. La liberación en ese plano es más integración que liberación. Declarar un barrio chick Gayfrendly es una superficialidad, así como lo es publicitar y vender el PUC como estatuto de igualdad jurídica. De todos modos nuestro foco no será torpedear esta iniciativa programática del gobierno que ha logrado el aval del sector más conservador de la Concertación. Es más bien nuestra intención resituar el debate sobre las parejas no heterosexuales en el plano de la legitimidad de los afectos y de los amplios derechos que se merecen, tal como se lo merece cualquier otra pareja de este país. No buscamos ghettos jurídicos ni propiciaremos ghettos urbanos.
Un trabajo de citas y aportes como el gestado habla de un posicionamiento del Mums respecto a las alianzas que cree necesarias fortalecer en el mediano y largo plazo. ¿Cómo ves la ubicación y rol que está jugando y jugará el Movimiento en el mediano y largo plazo?
Las prácticas concretas del activismo se manifiestan en la capacidad cierta de llevar adelante convocatorias, instalación de reflexiones culturales y cambios concretos en beneficios de todos y todas. Todas las organizaciones han aportado desde sus particulares ópticas y desde sus singulares capacidades de sumar trabajos, inteligencias, talentos, testimonios, influencias y emociones. La ciudadanía plena es un eje convocante contrapuesto en varios planos a un activismo más integrador y funcional al sistema. Mums se sitúa hoy abiertamente en una apuesta por fortalecer un activismo reflexivo, un activismo en pro de un pacto social que erradique el fundamentalismo heterosexual tan naturalizado incluso en algunas orgánicas integradoras, que se contentan con que los releguen abiertamente a ser por ley ciudadanos de segunda clase. Nuestra apuesta es un camino compartido con las organizaciones aliadas con las que en conjunto vamos abriendo brechas temáticas y precisando las estrategias legales que hoy se concentran en la ley antidiscriminatoria y que mañana se aglutinarán en otros focos normativos. El Comité por la No Discriminación del cual formamos parte es nuestro espacio natural.
Desde ese lugar sentimos también que existe una apuesta de movilización política que expresa la diversidad de voces, estéticas y mixturas que son parte también de nuestra riqueza. Es una movilización política cada día más nítida como se vio en la marcha 2006, tanto en la marcha general mixta, como en la marcha lésbica. También se verá en Concepción este sábado 28 de octubre, en la marcha liderada por colectivos lésbicos de zona, iniciativa que aplaudimos. El 2007 vendrá mucho más movido y seguramente será un año inolvidable.
Ese es un norte general, una fuente de inspiración y proyección. En las próximas semanas tendremos asamblea y allí se decidirá democráticamente el detalle de la estrategia venidera.