Que Michelle Bachelet sea Presidenta de Chile, no sabemos cuánto en realidad servirá para concretizar las demandas de una sociedad más justa, con mayor igualdad y equidad para todos y todas , dado que a la fecha ella representa una modelo político neoliberal, cargadito, como no decirlo una y mil veces, hacia el desequilibrio en torno a la repartición de la riqueza y profundamente patriarcal desde la perspectiva de género.
No se puede negar, de todas formas, que existen más posibilidades de logro de las causas que mueven nuestras lucha, en un gobierno representado por Bachelet , por lo que íntimamente miramos con alegría que Piñera de la gran pu…!, no haya salido como Schneider Freya, dice en una de sus columnas.
Cabe recordar que efectivamente hubo un trabajo de la actual Candidata Presidencial electa en torno a generar una plataforma participativa sobre aquellas temáticas que a las mal llamadas minorías sexuales les parecen importantes. La discusión y el trabajo en conjunto de algunos conglomerados y activistas históricxs, permitió que surgieran las líneas bases del Programa de Gobierno en torno a Uniones de hecho, Planes y Programas de Educación, entre otrxs, de los cuales, será también responsabilidad del mundo LGBTI , deberán generarse instancias de evaluación y seguimiento en torno a los caminos que se recorran para su fortalecimiento y concretización.
El trabajo no se termina, el trabajo sigue, con la continuidad necesaria para obtener los frutos que se esperan, por lo tanto más que Bachelet sea Presidenta, debemos estar preparadxs para generar Estrategias de Incidencia Política que nos permitan aportar al cambio de un sistema discriminador por uno que ya no lo sea y que nos permita en la mayor medida no generar negociaciones en donde nuestra fuerza se vaya diluyendo frente a políticas normalizantes que preserven a un regímen heterosexual y a toda la heterorealidad que ha sido capaz de desarrollar.