En el II encuentro de Género organizado por la Universidad ARCIS, estuvo presente el Movimiento unificado de Minorías Sexuales, a través del Taller Qüirquincho: De multitudes tortas, huecos, camionas, minos, minas, maricones, locas, Inter, marcianas, bixicletas…¡Multitudes trans
La asistencia dejó muy conforme a las expositoras, Freya y Toli, puesto que se completaron las cantidades explicitadas para la realización del taller. Este contemplaba una participación máxima de 13 personas y esa cantidad fue la que se apostó en las sillas de la sala 6 de la Universidad. Esta cifra no considera a las facilitadoras , por cierto.
El taller se transformó en un espacio fundamentalmente reflexivo. En una atmósfera intimista , cada participante fue hablando de aspectos muy personales , muy suyos. El paseo por los recuerdos, por las relaciones afectivas establecidas, por los trabajos desarrollados, permitió relevar nuevamente el carácter artificial del género.
La muestra de material, entre ellos el video “Drag King en Chile, una performance de la masculinidad”, fortaleció el debate.
El encuentro trató de hablar desde las distintas sensibilidades, sin embargo, se percibe la tendencia a generar estrategias conocidas para generar cambios y es que unx siempre tiende a aferrarse a los conocido. Es por eso que no fuimos a entregar información , a operar como educadoras replicantes de los textos leídos, de las conversaciones mantenidas, sino como buscadoras, como fotógrafas de otras verdades, de otras realidades y sus fisuras, de tal manera que nuestras actuancias se fortalezcan…
Intentamos escuchar, más que intervenir y ahora sin conclusiones muy claras en torno a ese taller en específico, podemos decir, que varixs de lxs que estaban allí, incluidxs nosotras no salimos de la misma forma como entramos.
El Encuentro de igual forma tuvo sus aciertos y equívocos. Ante algunos debates se constituyó como un encuentro prejuicioso. Esto se notó fundamentalmente en la exposición de Margarita Pisano, en donde la moderadora de la mesa tomó partido en contra de la invitada, desequilibrando y quebrando la instancia pluralista que intentaban construir.
Se debe decir de igual forma, que se agradecen los esfuerzos por haber organizado el Encuentro, con mínimos recursos, de hecho, todxs lxs expositorxs acudieron al llamado sin que se les otorgara siquiera un “sanguchito”, menos pensar en el traslado Santiago –Valparaíso, lo que le da valor a participación, puesto que de allí se visualiza el más puro compromiso.
Freya y Anatolia, por lo que cuentan, terminaron por allí en un sucucho porteño, entre medio de muchos, muchos hombres que veían el partido de la Católica y celebraban como locos los goles. Ellas sólo los observaban.